Programar es fácil

programar es fácil

¿Programar es fácil?. Estoy seguro que habrá quien al leer esto se lleve las manos a la cabeza y piense, ¡no sabe lo que está diciendo!. Pero si, me reitero, programar es fácil, muy fácil.

No sólo es fácil sino que está al alcance de cualquiera y opino sinceramente que todo el mundo debería tener unos mínimos conocimientos de programación.

Siempre comparo la programación al lenguaje. Cuando aprendemos un nuevo idioma, al principio todo nos resulta muy difícil, incomprensible. Es obvio que para quien comienza a aprender, pongamos por ejemplo, alemán, escribir una novela en ese idioma estará completamente fuera de su alcance. Pero saber un poco de alemán, lo básico, puede marcar una diferencia enorme si necesitas comunicarte con alguien que sólo conozca ese idioma. Además una vez que sabes un poquito, añadir nuevos conocimientos es más fácil.

Lo mismo sucede cuando programamos. Hay programas increíblemente complejos, fruto de la colaboración de numerosos especialistas que requieren años de trabajo, pruebas, revisiones, versiones… y aun así siempre tienen errores, los conocidos «bugs«, siendo quizá los «agujeros de seguridad» los más conocidos. Evidentemente programar puede ser también muy pero que muy difícil.

Pero el objeto de este post es convencerte, si convencerte a ti que lees estas lineas, de que programar puede ser muy fácil y divertido si sabemos por donde empezar.

Aun puedo recordar el primer «programa» que escribí. Tenía 17 años y me ponía por primera vez delante de un ordenador. Hasta ese momento para mi los ordenadores eran cacharros infernales que no servían más que para que mis amigos no quisieran hablar de otra cosa que de los juegos a los que dedicaban tardes enteras.

Pero este aparato que tenía ante mi no venía con juegos ni nada parecido. Traía consigo nada más que una cosa llamada sistema operativo (MS-DOS). Al encenderlo mostraba una desoladora pantalla negra con la siguiente información:

msdos

Ese último guión bajo, el cursor, permanecía parpadeando de forma incesante, como a la espera de mis ordenes.

Si presionaba las teclas del teclado, las letras iban apareciendo en pantalla y cada vez que pulsaba la tecla grande de la derecha «Enter» me mostraba un mensaje de error.

En mi desesperación por entender semejante aparato no se me ocurrió otra cosa que llamar por teléfono a mi tío Ángel. El había tenido siempre ordenador, desde aquel primer Sinclair ZX Spectrum de 1Kb de memoria. No pude escoger mejor a quien llamar. Con toda la paciencia del mundo me explicó cuatro conceptos básicos: que era un archivo, una carpeta y cómo verlos. (DIR y CD fueron mis primeras órdenes que fueron obedecidas rápidamente por el ordenador).

Pero la magia llegó cuando me dijo:

-Ahora pon GWBASIC y pulsa Enter.

Así lo hice, entrando inmediatamente en ejecución el interprete del lenguaje de programación BASIC. Aun al teléfono me explicó brevemente lo que íbamos a hacer, un miniprograma que dibujara una linea en la pantalla, para lo cual tenía que escribir «exactamente» lo siguiente:

SCREEN 1
LINE (0,0)-(100,100)

Al ejecutarlo mediante el comando RUN, una linea blanca diagonal se dibujó en la pantalla. Era casi mágico.

basic line

-Felicidades, acabas de ejecutar tu primer programa de ordenador. Ahora mira esos dos manuales que trae: MS-DOS y GWBASIC. Si quieres saber más, ahí lo encontrarás.

Y así empezó todo. Dos días después ya había escrito un programa que calculaba el tiro parabólico (cosa que estudiaba en aquél momento en clase de física en el instituto), y me dí cuenta lo enormemente útil que podía ser esta nueva habilidad.

Mucho ha llovido desde entonces, pero lo básico continúa siendo cierto. Saber programar, aunque sea a nivel de iniciación, es enormemente útil, más aun cada día que pasa, pues nos rodeamos de montones de gadgets todos ellos susceptibles de ser programados. Nos permite hacer las cosas exáctamente como nosotros queramos. Hacer que las máquinas estén, en definitiva, a nuestras órdenes.

Para empezar no hace falta más que ese pequeño empujoncito, ese tío Ángel, que nos abra las puertas del aparentemente incomprensible mundo del código fuente. Esas pistas que nos iluminen el oscuro camino.

Ahora, en SinLios ya sea online o en centros de formación, cuando imparto clases de iniciación a la programación, intento trasmitir a mis alumnos esa sensación de poder, de la magia que supone empezar a entender y utilizar el código, para controlar las máquinas y hacer que hagan cosas prácticas para nosotros. Intento que se lleven la idea de que realmente, programar es fácil.

Aquí te dejo un pequeño ejemplo de sólo dos lineas en JavaScript que puedes ejecutar y jugar a modificarlo pulsando aquí.

nombre=prompt("¿Cuál es tu nombre?");
alert("Hola "+nombre+" ¿ves como programar puede ser my fácil?");

 

 

3 Comments

  • Angel Peña

    Jajaja, Luis, y también recuerdo perfectamente aquella tarde en que, en frente de tu nuevo ordenador, te estuve poniendo la cabeza como un bombo porque quería explicarte en pocos minutos todo lo que yo había aprendido en varios años. Al final me dijiste: Tío, dejémoslo ya que no podré asimilar tantas cosas como me estás explicando. Y yo te contesté: Sí, mejor será que vayamos a merendar que nos están esperando para tomar un café.

    • Luis Hernández

      Jajaja, si, guardo muy vivo el recuerdo de aquella otra tarde también. Aunque en mi caso estoy seguro de que lo que me esperaba era un vaso de leche.

  • edgard

    Que tal amigo me puedes dar consejos básicos para programar!

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