El marketing digital como generador de confianza
¿Te subirías al coche de un desconocido?. ¿Le llevarías a comer a tu casa?. ¿Prestarías dinero a alguien a quien jamás has visto?.
Estas y muchas otras cosas que hasta hace poco hubieran sido auténticas temeridades, lo eran por una sóla razón: la falta de confianza, de información, sobre aquella persona de quien no tienes ninguna referencia.
Pero esto, como demuestran los muchos y exitosos proyectos de consumo colaborativo, está cambiando rápidamente.
Ahora es fácil tener referencias de cualquiera en un ámbito determinado e incluso, si alguien aun no las tiene, es consciente de que su comportamiento será evaluado por la comunidad. Lo cual le abrirá o cerrará puertas para beneficiarse de cuanto ésta le pueda ofrecer.
Esto, que no ha hecho más que empezar, comienza a tener profundas implicaciones económicas. En algunos sectores se está produciendo una auténtica revolución en el comportamiento del consumidor. Hasta tal punto que muchas industrias están viendo peligrar su modelo de negocio y claman por una legislación que les proteja frente a lo que consideran competencia desleal.
Muchos de los servicios y productos que consumimos, los adquirimos en función de la confianza que nos ofrece la empresa que nos lo proporciona. El precio es un factor importante, pero en general estamos dispuestos a pagar un sobrecoste si ello nos ofrece una garantía de calidad. E incluso desconfiamos de precios demasiado económicos, a no ser que tengamos buenas referencias de alguien que previamente lo haya adquirido y que nos inspire a su vez confianza.
Las empresas lo saben, y tradicionalmente han dedicado grandes esfuerzos a publicitar su “marca”, su logotipo, su imagen corporativa, en el afán de convertirse en algo familiar, algo en lo que confiamos y consumimos preferentemente sobre una más desconocida competencia.
Para conseguirlo era necesario invertir grandes cantidades de dinero en campañas publicitarias que asegurasen llegar al mayor número de personas y hacerlo de manera continuada.
Hoy día esto está al alcance de las pequeñas y medianas empresas, con una inversión muchísimo menor. Ya no se trata tanto de llegar a un gran público, como de hacerlo de manera certera y selectiva a aquellos interesados en tus productos y servicios. Que cuando los busquen, te encuentren a ti, a tu empresa. Y que cuando quieran saber más, puedan encontrar opiniones, recomendaciones y descripciones de otras personas que han tenido relación comercial o profesional contigo. Mucho mejor si, además, estas opiniones pertenecen a su círculo de conocidos.
¿Y cómo se consigue la confianza?
Ante todo concentrándote en ser merecedor de ella pero también, imprescindiblemente, mediante técnicas de marketing digital. Página web, blog y redes sociales son las bases sobre las que se debe vertebrar una estrategia de comunicación online. Y da igual si eres una empresa, un profesional o un mero consumidor. Trabajar en demostrar que eres digno de confianza es una labor diaria que será cada vez más necesaria si quieres ser competitivo o simplemente aprovechar todas las ventajas que te ofrece tu entorno, en el ámbito que sea.
Desde la importancia del personal branding para encontrar trabajo, a tu puntuación en TripAdvisor si eres un hotel o restaurante, el marketing digital ha venido para quedarse. Nuestra presencia online es nuestro reflejo en Internet. Ni más ni menos el lugar donde todo el mundo acude para informarse y que determinará cómo nos vean y la opinión que se forjen de nosotros.
Y tu, ¿Cuidas tu presencia online?, ¿consideras el marketing digital como generador de confianza?, ¿o por el contrario recelas de Internet y prefieres mantenerte al margen?. Tu opinión, como siempre, es más que bienvenida en el hilo de comentarios.
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