Cómo grabar vídeos con aspecto cinematográfico

Si te gusta el cine, a poco observador que seas, habrás podido comprobar como el aspecto de las películas es muy distinto de los clips de vídeo que puedes conseguir grabar con tu videocámara. Seguramente pensarás que la diferencia se debe a un equipo mucho más costoso y que difícilmente es posible conseguir unos resultados similares con uno notablemente más económico.
Pero lo cierto es que conseguir el “look” cinematográfico está al alcance de cualquiera que quiera invertir el tiempo necesario en conseguirlo, aun con un equipo modesto. Lo único que necesitamos es una cámara que nos permita grabar vídeo con algunos controles manuales.
Veamos donde están las principales diferencias y como acercarnos a nuestro objetivo paso a paso y grabar vídeos con aspecto cinematográfico:
[dropcap type=”square”]1[/dropcap] Fotogramas por segundo.
Las videocámaras domésticas graban por defecto a una velocidad de 30 fotogramas por segundo (fps), mientras que las películas de cine suelen estar rodadas a 24 fps. Aunque la nitidez del movimiento es mejor a mayores velocidades, sobre todo cuando se trata de captar movimientos rápidos, el resultado es mucho más duro visualmente. Cuando bajamos la velocidad a 24 fps, cosa que es posible conseguir con la mayoría de videocámaras domésticas actuales, y bloqueamos la velocidad del diafragma a 1/50 segundos (esto ya no es tan fácil encontrarlo, pero al menos debemos ser capaces de bloquear la exposición para que no haya “saltos” al cambiar la iluminación y adaptarse a ella la cámara de manera automática). De este modo cada fotograma individual de la grabación queda expuesto un tiempo suficiente largo para dejar un leve “rastro” en los objetos que se mueven. Y es esta imperfección en cada fotograma lo que provoca una sensación de continuidad mayor al reproducir la película, estéticamente más agradable en la mayoría de las ocasiones.
[dropcap type=”square”]2[/dropcap] Rango dinámico.
Llamamos rango dinámico a la capacidad del sensor de nuestra cámara para captar las zonas más iluminadas y las más oscuras sin perder detalle en ambos extremos. Normalmente las videocámaras siempre han tenido un bajo rango dinámico en comparación con las cámaras de cine, de modo que si las zonas oscuras quedaban bien expuestas, las zonas más claras, como el cielo, aparecían completamente blancas. Si por el contrario, el cielo mostraba todos los detalles de las nubes por estar correctamente expuesto, eran las zonas más oscuras las que quedaban completamente ennegrecidas perdiéndose todos los detalles que quedaban en sombra.
Afortunadamente las cámaras de vídeo modernas cuentan cada vez con mayor rango dinámico además de ayudas para conseguir una correcta exposición.
[dropcap type=”square”]3[/dropcap] Profundidad de campo.
El efecto por el cual el motivo enfocado se ve perfectamente nítido, mientras que todo cuanto hay por detrás o por delante de él aparece desenfocado se llama profundidad de campo reducida. Cuanto menor es la profundidad de campo, más aislado queda de su entorno el objeto que pretendemos filmar consiguiendo gracias al denominado “bokeh” de la lente, bellos efectos de desenfoque en el resto de la escena. Puedes aprender más sobre la profundidad de campo y como aumentarla o reducirla, leyendo esta breve pero concisa introducción a la fotografía.
[dropcap type=”square”]4[/dropcap] Gradación de color o etalonaje.
Seguramente este es el aspecto más importante de todos.
Generalmente tendemos a pensar que las fotografías (y lo vídeos) deben representar una escena del modo más realista posible. Es decir, del modo más exácto a como nosotros lo vemos. Pero resulta que la realidad puede verse de muchas maneras y las cámaras nos permiten jugar con la luz para destacar aquél aspecto que más nos interese resaltar en un momento dado.
No solo eso. En postproducción podemos retocar las imágenes de vídeo para potenciar una determinada emoción o integrar planos muy diferentes bajo un estilo homogéneo.
Para ello se utilizan las técnicas de gradación de color “Color Grading” o etalonaje mediante software especializado como Davinci Resolve o el que utilizamos habitualmente en SinLios, Magic Bullets.
Eso si, para poder realizar el etalonaje correctamente, es necesario grabar las imagenes con el perfil de color más “plano” posible que permita nuestra cámara. Es decir, con una reducida saturación de colores y bajo contraste que permita el registro del máximo número de detalles en los claro-oscuros, ya que será en la edición posterior cuando eligiremos el aspecto final.

Utilizar la gradación de color puede conseguir diferencias muy sutiles o dramáticas en el resultado final. Lo que ayuda enormente a crear una atmósfera determinada cuando se narra una historia.
Estos son algunos ejemplos del antes y el después del proceso de etalonaje en el cortometraje en forma de pequeño videopoema “Si te sientes abatido“.
[dropcap type=”square”]5[/dropcap] Música.
El audio y, sobre todo la música, es un aspecto fundamental para conseguir una grabación de calidad con un acabado similar al cinamatográfico.
Debe estar perfectamente seleccionada para acompañar las emociones que se desean transmitir y, mejor aun, que las escenas y compases musicales se sincronicen perfectamente.
Como puedes comprobar, se trata de un montón de trabajo.
Para el pequeño cortometraje que pongo como ejemplo, se tardaron apenas dos horas en la grabación, mientras que montarlo, añadir la música y realizar la gradación de color llevó muchas más.
Y aquí tienes el resultado:
Y tu, ¿has probado a conseguir un aspecto lo más “fílmico” posible?. ¿Quieres compartir con nosotros tu trabajo y/o trucos para conseguirlo?. Tienes el hilo de comentarios a tu entera disposición.
¡Ah! Y si lo que quieres saber es cómo grabar una entrevista en vídeo, no dejes de visitar nuestro post.